Soy osteópata por vocación y me apasiona acompañar a personas como tú que quieren sentirse mejor. Mi enfoque parte de una idea clara: el cuerpo no se equivoca. El dolor no es un enemigo, es un mensaje. A través de la osteopatía, la kinesiología emocional y los masajes terapéuticos, busco reconectar tu cuerpo con su equilibrio natural.
Antes de aplicar cualquier técnica, me detengo a escucharte: lo que sientes, lo que te preocupa y lo que tu cuerpo expresa. A partir de ahí, diseño un tratamiento que no solo alivie el dolor, sino que te devuelva ligereza, claridad y una mejor conexión contigo.
Mis sesiones combinan conocimiento técnico con sensibilidad humana, porque sé que lo físico y lo emocional siempre van de la mano.
Cada cuerpo es un mapa. Por eso, antes de tocar, observo y pregunto. Adapto cada técnica a lo que tú necesitas, en ese momento concreto.
Me he formado en osteopatía, masaje terapéutico y kinesiología, y sigo aprendiendo cada día para ofrecerte un tratamiento actualizado y efectivo.
Más allá de la técnica, creo en el acompañamiento humano. Aquí puedes parar, hablar, soltar y sentirte acompañado en tu proceso de mejora.